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lunes, 21 de mayo de 2012
lunes, 14 de mayo de 2012
LEY DE EDUCACIÓN COMÚN 1420
LEY DE EDUCACIÓN
COMÚN 1420
La ley de Educación
Común 1420 fue la piedra basal del sistema educativo nacional. Se aprobó el 8
de julio de 1884, después de fuertes debates en el Congreso Nacional y en la
prensa.
La discusión acerca
de la ley de la educación fue uno de los debates más intensos, y de largo
alcance, en la historia Argentina. Distintos puntos de vista en torno a la
enseñanza religiosa, a la escuela mixta y al control del Estado (y de la
nación) sobre la educación dividieron a la generación del ochenta. Las
divergencias fundamentales se centraron en la identificación común de la
necesidad de una ley de educación, la gratuidad y obligatoriedad de la escuela.
En 1883, el
Congreso comenzó a discutir un proyecto mediante una iniciativa apoyada por los
católicos desde la Comisión de Justicia, Culto e Instrucción, presentada a las
Cámaras por Mariano Demaría. Después de un largo debate en el que intervinieron
entre otros Eduardo Wilde, ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública,
Onésimo Leguizamón y Tristán Achaval Rodríguez, el proyecto fue rechazado.
Inmediatamente la mayoría liberal del Congreso presentó otro alternativo, el
que fue aprobado con algunas modificaciones.
Uno de los temas
más debatidos de la propuesta inicial consistió en la inclusión de contenidos
religiosos en los programas escolares. Existían opiniones contrapuestas acerca
del papel de la Iglesia en la sociedad y el Estado. Los liberales impulsaron un
programa secularizador, por el cual la Iglesia católica perdió parte de sus
potestades en cuanto al registro civil, la educación y el matrimonio. En ese
marco, la religión en las escuelas fue el nudo del debate. Finalmente, la ley
aprobada no hizo mención al carácter laico de la educación pero la instrucción
religiosa quedó en calidad de optativa, con autorización de los padres, y
dictada fuera del horario escolar.
Otro punto de
discusión radicó en la capacidad del Congreso para legislar en lo atinente a la
instrucción pública en toda la república, según preveía el proyecto presentado
por la Comisión. Primó la posición de algunos legisladores, quienes sostenían
que el Congreso sólo podía dictar leyes generales en lo relativo a la
educación, resolviendo sólo sobre la ley de educación para la capital, los
territorios y las colonias nacionales. El Estado nacional limitaría su
influencia a las escuelas de la Capital, colonias y territorios nacionales y en
las escuelas normales, dejando a los gobiernos provinciales la facultad de
dictar sus propias leyes de educación. Sin embargo, el gobierno nacional a
través de las subvenciones a las escuelas en las provincias tenía autoridad
para inspeccionarlas. Las autoridades educativas nacionales realizaron
persistentes esfuerzos por establecer líneas de acción en las provincias
concordantes con las directivas nacionales.
La ley aprobada
estableció la instrucción primaria obligatoria, gratuita y gradual. La
obligatoriedad suponía la existencia de la escuela pública al alcance de todos
los niños, medio para el acceso a un conjunto mínimo de conocimientos, también
estipulados por ley. Los padres estaban obligados a dar educación a sus hijos.
Por último, la formación de maestros, el financiamiento de las escuelas
públicas y el control de la educación –privada o pública- quedó en manos del
Estado. No obstante, la sociedad tenía a través de los llamados distritos
escolares en los que participaban padres de familia (elegidos por el Consejo
Nacional de Educación), la facultad de inspeccionar la calidad, higiene y cumplimiento
de las leyes en las escuelas.
En las décadas
siguientes, la ley se convertirá en una divisoria de aguas de los sucesivos
enfrentamientos ideológicos que atravesaron la opinión en el país. La posición
crítica o defensiva ante la ley será uno de los puntos que demarcarán las
corrientes de ideas antagónicas. Sin embargo, a lo largo de más de un siglo, el
significado social y político de la ley varió en sintonía con los cambios en el
escenario político y los debates ideológicos.
domingo, 13 de mayo de 2012
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