martes, 5 de junio de 2012

Mala escuela


El error como fuente de Aprendizaje


El error como fuente de Aprendizaje
                                       
Coincidimos con Saturnino de la Torre, expresan que desde una perspectiva dialéctica del aprendizaje, realizar un tratamiento didáctico del error durante el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumno, implica tener en cuenta los mecanismos a través de los cuales se produce el aprendizaje de los criterios metodológicos que posibilitan una adecuación entre la concepción teórica de la cual se parte y la práctica educativa. Los alumnos presentan la misma diversidad que manifiesta la propia sociedad a la que pertenecen.
Así, ante la aparición de errores en la comprensión de un texto escrito, refiere Saturnino de la Torre, por ejemplo, el maestro debería establecer una posible relación entre los estilos cognitivos del alumno (reflexivo, impulsivo, dependiente, independiente de campo) de los requisitos que demanda la tarea.
La interacción maestro-alumno se ha de ver ampliada con la realizada entre compañeros.
En el proceso de aprendizaje en grupo la verbalización de los conocimientos y de los procesos se convierten en pieza capital, refieren muchos especialistas del tema. No podemos pensar que todos los alumnos pueden explicar al maestro sus progresos, debemos pues recordar la utilidad de la interacción entre iguales.
Así se estimularán las capacidades, comparten un lenguaje entre compañeros mucho más próximo que el del maestro alumno, facilita la comunicación afectiva y en correspondencia con ello, el aprendizaje
Se hace necesario una actitud de apertura y compromiso imprescindible para asumir un modelo de agrupamientos flexible, heterogénea y profundamente respetuoso con la capacidad de cada alumno y de cada grupo de alumnos.
Deja de ser exclusivamente escolar, es decir, aprendizaje para tener éxitoen la escuela, en la institución, para ser un aprendizaje interiorizado (relevante, según señala A. Pérez) donde los conocimientos previos se relacionan con los conocimientos nuevos que se adquieren de forma didáctica.
Hacer progresar al alumno en la zona de desarrollo próximo (significatividad psicológica), presentar de forma clara y estructurada su mensaje (significatividad lógica), motiva al alumno ya que quiere que aprecien sus cualidades comunicativas. Es útil para el objetivo de comunicarse (funcionalidad), activa sus conocimientos previos (actividad) y facilita la modificación de las teorías del alumno. El autor de referencia apunta que es necesario ofrecer la posibilidad al alumno de realizar un aprendizaje creativo, de manera que favorezca diferentes vías para acceder al conocimiento: observación, experimentación, investigación, son algunas de ellas. (cualidades del pensamiento)
Es cierto que para conseguir el desarrollo en los alumnos de este tipo de cualidades de su pensamiento es necesario plantearse una evaluación integrada en el mismo proceso de enseñanza-aprendizaje como expresan muchos pedagogos. Evaluación de proceso (evaluación formativa) más que de resultado (evaluación sumativa). Según este autor la evaluación formativa será un medio idóneo para recoger información tanto del proceso llevado a cabo en el alumno como del proceso de enseñanza que está realizando el maestro. De forma que el docente pueda conducir el aprendizaje del alumno y dar un tratamiento correcto al error a la vez que puede reflexionar sobre su propia actuación y reconvertir el error en aprendizaje.

No permitamos que los errores de cálculoalejen a los estudiantes de las matemáticas; que los errores de redacción alejen a los estudiantes del español. Enfocada así la situación es preciso diseñar estrategias de aprendizaje donde se den orientaciones didácticas que prevén los errores, más que ponerles remedio.

Nos adscribimos a la metodología propuesta por Saturnino de la Torre, dirigida a la prevención planificada del error en las actividades de aprendizaje. . No se trata de inducir indiscriminadamente el error, sino plantear tareas resueltas o problemas con fallos para facilitar el seguimiento de procesos y el aprendizaje de procedimientos. Ilustremos esta idea con un ejemplo:
Imaginemos que facilitamos a nuestros alumnos una redacción realizada por estudiantes de otra aula. Después cada equipo debe contrastar los resultados, todo lo cual se convierte en un proceso interactivo, un diálogo profundo, en un aprendizaje significativo.
Exponga sus resultados.

Afirmar que los errores constituyen una fuente de aprendizaje significativa, que son aprovechables para que el maestro y el alumno, unos y otros puedan mejorar enseñando y aprendiendo. Es más difícil que el alumno cometa de nuevo un error sobre el que se ha trabajado después de un examen que cuando es fruto de un ejercicio rutinario. Analizando, con la participación de los alumnos, el tipo de errores y el porqué de ellos.
¿Cómo pueden aprovecharse los errores en el aprendizaje?
Según diferentes autores españoles hay tres aspectos a tener presente:
La atribución de los errores.
Los errores de los alumnos están vinculados de algún modo a la metodología del maestro. Información que proporcionan al maestro y a los alumnos.

El error puede condicionar el método de enseñanza.
Proporciona información sobre el progreso del alumno.
La confusión de errores hace perder tiempo al maestro.
Esta nueva manera de ver el error, desde su aspecto positivo requiere de una adecuada comunicación pedagógica, donde haya tolerancia y flexibilidad para alcanzar el verdadero protagonismo, donde el alumno sienta deseos de expresarse y ser entendido y atendido por el maestro.
Dentro del aula la comunicación estará dirigida a potenciar el aprendizaje, el desarrollo cognitivo de los alumnos y la progresiva transformación personal de estos.