CAMILLONI, Alicia. (2006)."El saber sobre el trabajo
en el currículo escolar" en Anales de la Educación Común,
Tercer siglo, año 2, número 3, Dirección General de Cultura y Educación de la
Provincia de Buenos Aires.
Betania el lugar de amista donde se juntaban a escuchar y aprender del maestreo. Donde aprendían cual es el verdadero tesoro
domingo, 29 de abril de 2012
El árbol
El árbol
En un campo, una de las diversas especies
de árboles comenzó a crecer. Algunas especies crecían más rápido que otras,
unas cuantas tenían su tronco grueso otras lo tenían más fino. Algunos árboles
en sus copas tenían flores blancas, otros amarillas y así fue que aquel el
lugar se lleno de diversos colores y diversos perfumes.
Pero entre ellos había un árbol que
crecía mucho más lento que los otros debido a su especie, los demás al ver que
éste tenía problema en crecer, se le burlaban y le decían: “capaz que sólo es
una planta con aspecto de árbol” y eran muchísimas más las burlas que el
pequeño árbol tenía que soportar cotidianamente. Ente ellos había también otros
que lo alentaban.
Con el tiempo, el pequeño árbol le ocurrió
que la luz era escasa debido que los arboles más grandes, con sus copas, no
dejaban pasar luz, la cual impedía su crecimiento con normalidad y la misma es
necesaria para poder vivir, y una inmensa preocupación se apodero de él.
En su preocupación una mañana observó que
junto a él no había crecido ningún árbol y que los demás arboles no tapaban con
sus copas la luz de aquél lugar, y se dijo ¡¡desviare una de mis ramas para
poder alcanzar esa luz!!!. Con esfuerzo logró desviar una de sus ramas y al
llegar hasta ese lugar sintió gran gozo cuando la luz tocaba las hojas y ramas.
Pero a mediada que iba creciendo más luz necesitaba. Los demás arboles seguían
creciendo y cada vez sus copas eran mas grandes y sus troncos más gruesos, pero
sus raíces no estaban tan profundas porque en ese lugar había mucha agua y no
era necesario profundizarla mucho.
El pequeño árbol sintió que con una sola
rama de luz no era suficiente para poder sobrevivir, tomo la decisión de desvió
otras de sus ramas, pero con la misma suerte no era suficiente la luz.
Una mañana se dijo “si con dos ramas no
es suficiente, entonces tendré que llevar toda mi copa hacia ese lugar” y decidió de doblar su tronco. Pero para logar
esto tenía que tener unas raíces más fuertes para poder soportar el peso del su
decisión. Poco a poco sus raíces fueron siendo más profundas y más fuertes, su
tronco comenzó a doblarse hacia su izquierda. Al doblarse el sentía un dolor
tan grande que pensaba que se estaba por quebrar, pero en su interior sentía
una voz que le decía “soporta un poco más” y no dejaba de confiar. Con gran
esfuerzo y dolor logro su cometido. Los demás arboles al ver lo que este estaba
haciendo entre ellos murmuraban de lo feo que estaba y llenos de pelo de oveja.
En ese lugar aba un rebaño de ovejas que cada vez que pasaba, estos pequeños
animales rascaban sus espaldas en su tronco ya que el mismo estaba muy cerca
del suelo. Los arboles de mayor altura se le burlaban y le decían “jajaja este
árbol no da sombra pero por lo menos sirve para rasca la espalda de las ovejas”, el no le daba
importancia a estas burlas y seguía su camino que lo llevaría a salvar su vida.
Con mucho esfuerzo logro y confiando
llegar con su copa a la luz, al sentir que la luz calentaba las hojas de su
copa, gozo y paz inundaron su ser. Pero al mirarse se dio cuenta que su tronco estaba
totalmente doblado, y reflexiono “muchas veces es necesario desviar el camino
para poder salvar nuestra vida.
En nuestra vida mucha veces sucede lo mismo
nos damos cuenta que necesitamos de la luz para poder crecer; esa luz es
Cristo. El señor en nuestro caminar nos va guiando por qué no caigamos en la
oscuridad. Pero nosotros soltamos su mano y nos dejamos llevar por el mundo y
lo que nos dicen las personas y vamos perdiendo el verdadero camino. Pero el
Señor siempre nos muestra esa luz de amor, que nos da paz en los corazones. Esa
luz nos lleva a hacer un cambio en nuestras vidas, dejar nuestros planes
nuestros proyectos y abrasar la voluntad de Dios. Lo cual nos costara mucho
sacrificio, lagrimas, sentir que desfalleceos, burlas de nuestros seres queridos,
y sentir en nuestro corazones que todo es inútil. Pero al llegar a l fin del
camino encontraremos la paz y el amor de aquel que nos ama dese la eternidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)